Una de las razones por las cuales escapar de vez en cuando a Burdeos es darse una vuelta por Mollat. Se trata de una librería repleta de rincones, con una distribución de espacios compleja en donde puedes perderte durante el tiempo que quieras. Sí, pero de puro placer. Libros, libros y más libros, de todos los géneros y en todos los formatos. Un lugar con encanto que, ya veis, os recomiendo sin rubor alguno.
Allí en nuestra última visita encontré Cyclisme & Science, Comment fonctionne le couple homme-machine? de Max Glaskin. Es un libro encantador para tratar de comprender toda la ciencia que esconde el ciclismo. Mediante una combinación de texto e infografías, se repasan seis grandes bloques temáticos: fundamentos, robustez y estabilidad, materiales, hacia delante, aerodinámica y factor humano. Incluye también un glosario y un buen listado de referencias académicas para sustentar lo que se explica.
Podría ser, no obstante, un libro casi para niños porque, como digo, está repleto de imágenes que explican el contenido para entender mejor el mensaje. De fondo lo que está detrás es, evidentemente, todo lo que científicamente da sentido a la actividad ciclista tal como se entiende en la actualidad. Desde aquellas máquinas básicas pensadas como alternativa a los caballos hasta las maravillas de diseño y geometría con materiales de última generación de la época actual, el progreso ha ido mostrando de qué es capaz la inventiva (y el tesón) humano.
Como se explica en la introducción:
Cet ouvrage n’est ni un manuel ni un guide d’entraînement -il s’intéresse plutôt à l’envers du décor. Il vous aidera néanmois à tirer le meilleur de votre pratique cycliste, que ce soit en balade, en compétition ou dans vos déplacements quotidiens. Grâce à ses explications claires et accesibles, la notion d’ «efficacité énergétique» n’aura plus de secrets por vous, et vos efforts sur la route n’en seront que plus rentables.
En fin, un post con una recomendación doble: librería Mollat y Cyclisme&Science.
Siempre he dicho que el mejor consejo que podría dar a alguien que se matricule en un doctorado es que elija como materia de investigación algo que le apasione. El camino es suficientemente largo y exigente como para que el tema en cuestión te sirva para levantarte todos los días con buen ánimo. Vamos, algo así como que si por lo que sea un día no puedes dedicarle tiempo lo eches de verdad en falta. 
