Los 5 consejos de Pablo Garaizar para tu doctorado

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Seguimos con nuestra serie de posts dedicados a consejos para quienes estáis con el doctorado entre manos. Hoy contamos con Pablo Garaizar, licenciado en Ingeniería Informática por la Universidad de Deusto y en Psicología por la UNED. Además, claro está, es doctor, con una tesis que defendió en 2013 y que tituló La web como plataforma de ejecución adecuada para la presentación exacta y precisa de contenidos audiovisuales y el registro de la interacción del usuario. Puedes leerla al completo, ya que está en acceso abierto a través de Teseo. Contó como directores de tesis con Miguel A. Vadillo y Diego López de Ipiña González de Artaza.

La trayectoria profesional de Pablo Garaizar siempre ha estado ligada a la Universidad de Deusto. Trabaja como profesor encargado en la Facultad de Ingeniería y es investigador en el Deusto Learning Lab, donde analizan nuevos usos de las TIC en la educación. Le interesa todo lo relacionado con el pensamiento computacional, el aprendizaje, el desarrollo web, la seguridad informática o las redes telemáticas. Pero, además, la actividad de Pablo abarca muchas más facetas, implicado como está desde siempre en el movimiento del software y la cultura libre. Y, por cierto, en los últimos tiempos con una propuesta educativa muy interesante para aprender a programar mediante un juego de mesa, Moon, al que es posible que le sigan otros.

Por mi parte, señalar que he tenido la oportunidad de compartir compartir talleres con él en Aprendices y he sentido de primera mano su compromiso con el aprendizaje en el sentido más profundo del término. Si queréis saber más de Pablo Garaizar es fácil a través de Internet. Poned su nombre en cualquier buscador y tomaréis conciencia del amplio abanico de proyectos en los que está implicado. No obstante, para hacerlo más fácil podéis consultar su completo perfil docente e investigador en la universidad o su cuenta en Twitter.

Hechas las presentaciones, vamos con los consejos que comparte Pablo:

  1. Sé gregario de un equipo fuerte, es mejor ser cola de león que cabeza de ratón. Si bien hay diferentes maneras de acercarse a un doctorado (no es lo mismo tras terminar el grado que hacerlo tras una dilatada experiencia profesional), conviene esta reflexión: busca algún grupo de investigación que quede cerca del tema que te interesa e intenta unirte a él. Mejor coges la ola; no tiene sentido generarla. No vayas de Amundsen porque igual acabas como Scott.
  2. Para decidir el objeto de tu investigación recurre a alguien que te cuente qué falta por hacer en el área. Pelearte con una literatura inabarcable para terminar dándote cuenta de que lo que estás haciendo ya estaba resuelto es tremendamente frustrante. Necesitas información de personas que acuden a los congresos referentes y que saben qué grupos de investigación son los que hay que seguir.
  3. Si nadie está publicando sobre lo que estás investigando, tienes un problema. ¿Por qué? Bien porque es un asunto que ya se ha abordado antes y no ha dado frutos, bien porque es un área nueva y no va a haber mucha gente que sepa evaluar tu trabajo ni revistas en las que publicar ni congresos a los que asistir. Esto no quiere decir que no puedas abordar una investigación para refutar trabajos ya publicados. Lo que importa es encontrar referencias en las que anclarla. Muchos avances de gran calado científico toparon primero con la incomprensión del sistema.
  4. Tienes que publicar ANTES de terminar la tesis al menos UN buen artículo, ve pensando dónde. Identifica, por ejemplo, tres revistas y analiza cómo se publica y qué se tiene en cuenta. Tómale la medida a la publicación. Antes de investigar identifica qué necesitan para asegurarte la publicación. Y, claro, tiene que ser una revista de impacto. No es tanto leer y convertirte en ratón de biblioteca, sino conseguir datos, experimentos, entrevistas o simulaciones. Los datos son el combustible de la ciencia. Plantéate conseguir buenos datos aunque tu artículo no sea de primer nivel, eso suele abrir la puerta a la publicación.
  5. Aunque pienses que no, escribir la propia tesis es lo que menos cuesta una vez que tienes todas las piezas del puzle en su sitio. Tómate como mínimo un mes de «retiro» para escribir sin parar, mandando tus avances cada pocos días a tus directores de tesis. Cuantas más personas la lean, más erratas cazarán, aunque, como nos recuerda Pablo, simpre quedará alguna 😀

De las entrevistas que llevo hasta la fecha, esta nos abre algunas perspectivas nuevas. Cada cual nos está trasladando consejos desde su experiencia, es evidente y esto aporta matices que creo que enriquecen la perspectiva. Pablo nos deja también un bonus track: a una tesis se va a empatar, no a ganar.

Es el carné de conducir del investigador, no tu obra maestra o tu futuro premio Nobel. Si piensas a lo grande, puedes acabar dedicando 15 años a tu tesis y no acabarla. Si te conformas con darle un pequeño empujón al área en el que te metas, acabarás con un título debajo del brazo y muchas ganas de seguir empujando.

Estos han sido los consejos de Pablo, al que agradecemos que nos atienda en estos tiempos de confinamiento. Son momentos de mucho trabajo en la universidad para adaptar las clases al formato online. De ahí que insistamos en el agradecimiento. Mila esker, Txipi 🙂

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1 Comentario

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