¿Cómo nace la bici de montaña?

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Si hay un sector que es citado habitualmente como referente en innovación de usuario, ese es el de la bici de montaña. Frente a otros productos o servicios que nacen desde los departamentos de diseño e ingeniería de las empresas, la MTB lo hace de la mano de unos cuantos apasionados artesanos a quienes les gustaba experimentar con sus bicis por las pistas y senderos del condado de Marin, en California, allá a principios de los años 70 del siglo pasado. Vamos a ampliar algo más lo que comentábamos en nuestro artículo anterior.

Naturalmente hay referencias anteriores en el tiempo pero existe cierto consenso en que es ahí en ese lugar donde se dan las condiciones sociales y geográficas para que tome forma la MTB.  El caso es que esos pioneros se pusieron a adaptar sus bicicletas para que pudieran hacer descensos en unas primeras carreras en las que competían con sus clunkers. Estos «cacharros» formaban parte de un estilo de vida y unían la figura de «usuario» con la de «artesano» o «fabricante». Al principio mediante piezas de segunda mano y luego poco a poco con más medios al terminar por entrar en el juego las empresas fabricantes de bicicletas.

Un texto muy interesante para entender estos primeros pasos del MTB es Designing clunkers: demand-side innovation and the early history of the mountain bike. Lo escribió Guido Bünstorf y se publicó en Alemania a través del Max Planck Institute for Research into Economic Systems en 2003.  En él repasa aquellos inicios y explica cómo en el surgimiento del MTB no puede considerarse la existencia de una persona sola sino por el contrario la de un colectivo que actuaba como autorrefuerzo y reto a través de las carreras que organizaban.

From the beginning, downhill racing played a central role in the clunker community. Races influenced the development of the mountain bike in several important ways. First , racing attracted a number of serious road cyclists to off-road cycling, some of whom later became key players in the development of the mountain bike. Second, races spurred the development of mountain bike design by providing incentives for improvement. Enormous mechanical stress on the components caused a large number of bicycles to break down in races . Some types of frames and forks proved better able than others to withstand the mechanical stress, and the various types of brakes available turned out to overheat to different extents during the long downhill stretches. Races were thus the primary «research labs» of early mountain
bike development. The times needed by riders to finish the race, as well as whether they finished at all or whether their bikes broke down on the course, provided objective data on the performance of various designs and components. Based on race experience, clunkers were improved in a trial-and-error process. This innovation spurring effect was closely related to racing regulations, which essentially consisted of only a single rule: cyclists had to reach the finish line without external help. The reliability of the bicycle was therefore most important. Besides the self-sufficiency requirement, no technical restrictions to bike designs existed.

La MTB puede ser también un buen ejemplo de las teorías sociales constructivistas sobre cómo se genera cualquier tipo de artefacto. La adaptación a usos inicialmente no previstos de las bicicletas provocó además un sentido de reto colectivo. Y de igual forma salieron a la luz patrones de aprendizaje social cognitivo entre quienes participaban de la comunidad de pioneros. El conocimiento se fue amasando poco a poco sobre la base de ensayo-error en las carreras.

Después llegarían las primeras actividades de divulgación con la revista pionera del MTB, Fat Tyre Flyer, lanzada por Charles Kelly en 1980, y algún reportaje en la televisión de la época. Eso sí, los fabricantes no acabarían creyendo en este nuevo mercado hasta la primera mitad de los años 80. Lo que ha explotado desde entonces es más que conocido.

Para terminar os dejamos aquí una entrevista publicada por Outer Edge con Joe Breeze, unos de los pioneros. No, no hubo «un inventor del MTB» 😉

 

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1 Comentario

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