Tres maneras diferentes de «sentir» la bici como parte del yo extendido

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#RamadanPhotoADay - Day26 Diversity
Si algo estamos aprendiendo a lo largo de nuestra investigación sobre usuarios de la Orbea Oiz es que conforman un grupo heterogéneo. En común tienen el que su vínculo con la bici y el mundo que la rodea es especial. Ya hemos escrito aquí como el MTB puede proporcionar experiencias cumbre que permiten comprender mejor cómo la bici forma parte de lo que define a una persona, de su «yo extendido». Sin embargo, cabe citar tres maneras diferentes (puede haber otras, claro está) en la que se siente esta pasión el mountain bike.

Antes de describirlas, incorporamos un matiz que puede aportar cierta luz. En inglés mountain bike y mountain biking describen respectivamente el objeto y la práctica que se lleva a cabo con él. Lógicamente son dos aspectos estrechamente vinculados pero con algún que otro matiz, como se comprenderá al leer las tres maneras diferentes de «sentirlo»:

  1. Una primera forma de proyectar el yo sobre el MTB es por lo que aporta en cuanto a sentido de pertenencia a una comunidad con la que se comparten ciertos valores. Se puede disfrutar, no obstante de «camaradería» y «competencia» en el sentido coopetitivo del que en su día hablaron Nalebuff y Brandenburger en su best seller Co-opetition publicado hace ya veinte años. Se compite pero existe un buen rollo generalizado con el resto de quienes comparten la misma pasión.
  2. Una seguna manera de proyectar el yo el MTB es por la experiencia que proporciona, bien sea de contacto con el medio natural, el reto de superación personal o cualquier otro sentimiento que se deriva de la práctica en un entorno que permite conectar con quien una/o es.
  3. Por último, una tercera forma de extender el yo es a través del «objeto bicicleta» en sí mismo. Cuando uno ve ciertas bicis sabe que en ellas se está proyectando la personalidad de quien la usa. Se distinguirá por ciertos elementos gráficos, por colores o por el nivel de mantenimiento y cuidado en general que se aprecia en ella. El objeto se mima y se vuelca en él tiempo y también cariño. La conexión emocional es evidente.

Así pues, cada cual proyectará su yo desde diferentes perspectivas. Y, claro, no son excluyentes. Podríamos pensar en un gráfico en el que cada cual satura estas tres maneras con intensidad distinta. De ahí que aceptemos que la comunidad de usuarios es diversa. Sí, todas las personas con un nexo común, pero con suficientes matices como para comprender que las diferencias individuales siguen presentes. Y esto da pie a una relación entre marca y usuarios que admite fórmulas diversas. De eso ya hablaremos en otros posts.

La imagen es de Saaleha Bamjee en Flickr.

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4 Comentarios

  1. Alberto

    Bueno, bueno, bueno….yo me he situado jaja. Pero lo de extender el yo…

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    1. Julen Iturbe-Ormaetxe (Autor del artículo)

      Es que nosotros, Alberto, vemos la bici asociada a las rutas, como un medio y no tanto como un fin en sí misma 😉

      Responder
    1. Julen Iturbe-Ormaetxe (Autor del artículo)

      Queda claro la manera en que entiendes esto de dar pedales 🙂

      Responder

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