Caminos públicos y cancelas candadas

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Prohibido el paso
Si leéis mi blog «de toda la vida», sabréis que he estado 8 días de ruta MTB por el Alentejo portugués. Bueno, la rodilla izquierda ha querido que fuera una ruta diferente. Solo pude pedalear el primer día. Una caída reciente con un fuerte golpe en esa rodilla ha hecho que el resto del viaje lo haya realizado como coche de apoyo para los dos amigos con los que hacíamos la ruta. Así que, excepto ese primer día, no he podido tener contacto directo con la ruta desde la bici, pero, claro, he tenido la información de primera mano de mis dos amigos.

Wikiloc es una fantástica plataforma en la que compartir rutas. De eso no hay duda alguna. Ni sé las veces que he echado mano de sus tracks para pedalear por lugares que desconocía. Esta vez para las cuatro primeras etapas elegí tres tracks de nés, un usuario de Wikiloc con un gran número de rutas subidas y que, además, mantiene un blog. El primer track iba desde Castelo de Vide hasta Campo Maior, el segundo desde este pueblo hasta Monsaraz y el tercero desde ahí hasta Beja. Los tracks se habían subido en 2011.

Pues bien, quiero pensar que cuando este usuario realizó su ruta por el Alentejo no tuvo problema para transitar por los caminos. Sí, seguro que encontró cancelas. Pero una cosa son cancelas que abres y luego dejas cerradas, tal como estaban, y otra esas cancelas candadas que son imposibles de traspasar. Siempre queda la duda de si ese cierre, de acceso a una propiedad privada, debe o no ceder el derecho de paso. El caso es que, por lo que comentaban mis amigos Alberto y Juan, fueron una cuantas veces las que tuvieron que superar cancelas candadas.

Al final sucedió que en la etapa de Elvas a Monsaraz se encontraron con una cancela infranqueable. Es la que podéis observar en la fotografía que acompaña a este artículo. Como se ve, no hay manera. Supuso la vuelta al lugar de partida. O sea, 40 kilómetros para llegar al kilómetro cero. En 2011 quizá fuera un camino que se podía transitar. Hoy, ocho años después, por ahí no hay forma de pasar. En Córdoba sé de una estupenda iniciativa ciudadana: A desalambrar. Su finalidad es la reivindicación de los caminos públicos. Aquí, en la zona en la que ando en bici, hay bastante monte público y no suele ser habitual tener problemas. Hay cancelas, por supuesto. Pero, como decía antes, las abres y luego las cierras. Sin embargo, parece que en tierras de latifundio, allá por el sur, el problema es otro.

Mención aparte merece una cancela en particular. Poco antes de llegar a Alter do Chão, por el Camino de Santiago, había una cancela candada. ¡En pleno camino! Parece un poco excesivo, ¿no? Muy mal deben de andar las cosas para que alguien decida colocar un candado en un camino marcado con flechas amarillas. Así que este post quiere incidir en esos candados que impiden el tránsito. Vamos con una bici, apenas dejamos huella de por donde pasamos. Quizá estaría bien una ley de caminos públicos que dejara muy claro qué vías deben dejarse accesibles. Sí, propiedad privada, pero también derecho de paso.

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