Hace unos días compartí mis avances en el doctorado tanto con mi director como con mi codirector de tesis. Entre otras cosas, les informaba sobre la idea de trabajar visualmente el documento que tendré que depositar allá por marzo de 2018. Soy consciente de que la forma en que redactamos puede resultar en general un tanto plomiza y he buscado asesoramiento profesional para ver en qué forma podamos dotar de mejores recursos visuales al documento. Ya sabéis, Make It Visual.
Ha sido curioso que ambos, director y codirector, entiendo que con buen criterio, me hayan apuntado lo mismo: tengo que hablar con la secretaría académica de la facultad para conocer bien los límites que no debo traspasar. La ortodoxia es la que es y no debemos poner en riesgo el fondo debido a una forma algo diferente a la habitual. Veremos hasta dónde tenemos libertad.
Me sirve este sucedido para hacer una breve reflexión en torno al tipo de documentación que generamos en estos procesos. En nuestro caso se nos entrega una plantilla y recibimos unas clases sobre «redacción de textos científicos». Precisamente los días 21 y 22 de junio tengo estas clases y aunque solicité en su día esos materiales y los tengo leídos tengo curiosidad por escuchar lo que nos expliquen.
En principio un texto «científico» está dirigido a «especialistas» y debe aportar:
- una base teórica
- una base metodológica
- una base empírica
Hasta aquí todos de acuerdo. Ahora bien, estando donde estamos, considerar formas más atractivas de mostrar el contenido no estaría mal. Nuestro hemisferio derecho ha quedado tradicionalmente relegado al poner el foco en la escritura lineal. La imagen, la globalidad, el color, las formas; todo esto que se trabaja en esa parte de nuestro cerebro queda en segundo plano ante la lógica de la secuencia, de la enumeración, de la causalidad directa que propone, en general, el método científico.
Insisto, no estoy aquí para saltarme normas. Pero voy a intentar avanzar un poco (lo que me dejen) en la presentación visual del documento. Informaré de mis gestiones 🙂
La imagen es del Fondo Antiguo de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla en Flickr.
Siempre he pensado que la mayoría de esos documentos académicos refuerzan negativamente el dejar de leerlos.
Aleeee, tú dando ánimos jajajaja. Haremos lo posible por que llegues a leerlo. Pero no prometo nada, dependo de la ortodoxia 😉
A seguir los consejos de director y codirector, Julen, que la Academia es la Academia. En mi caso hubo aspectos en los que me «bajaban un poco el pistón»; sin ir más lejos, en la presentación de la propia defensa. Eso si, traté de que fuese reconocible y me sintiera cómodo con el apoyo visual (alguna colega diría que estaba hecha en «estilo Murua», jaja) y, curiosamente (o no tanto), fue alabada por todos los miembros del tribunal.
Vamos, que esa tesis parece que va sobre ruedas 😉
Sobre ruedas pero con limitaciones académicas jejeje. Bueno, a ver lo que se puede hacer. Algo algo ya colaremos 😉
Por ser «académica» no debe de ser aburrida, adelante !!!!
Eso espero, Ramón, que sea «académica» y que la mayor parte de la gente interesada en innovación de usuario la pueda llegar a leer. No obstante, soy consciente de que nos dirigimos a un público «académico» que a veces nos distancia de la divulgación más sencilla.
Esta situación me recuerda a una charla que tuve que preparar en un contexto no académico pero que en definitiva me remite a la misma eseñanza. La charla era dentro un de un grupo pastoral juvenil católico y el tema era el «sacrificio». Desde la óptica de la iglesia católica, la llegada de Jesús tiene que ver (entre muchas cosas) con el desmedido apego de los judíos en los ritos del sacrificio a sus formas más que a sus propósitos espirituales, dejandolo vacío de sentido y contenido. Jesús posteriormente resignificaría el sentido del sacrificio. En lo académico ocurre frecuentemente que debemos «sacrificar» nuestro ideal en aras de las formas. Quizás sea hora de resignificar las formas para dar sentido al contenido. No sea que perdamos la batalla cultural por una cuestión de (una) imagen…
Forma y fondo, Hernán, deben «sumar» para trasmitir el mensaje. Eso sí, hoy en día, abrumados por un excesivo bombardeo mediático, necesitamos trabajar también las formas para que el fondo llegue. Espero que no perdamos la batalla del fondo en esta carrera por «visualizar» el contenido 😉
No te saltes normas academicas. Son casi militares. Haces bien en ser obediente. Ardo en deseos de que nos informes del resultado de tus gestiones. Intuyo que el «visual way» sera una ruta alternativa y/o complementaria, que tampoco esta mal…
Conste, Amalio, que mi idea es tesis y luego libro, con lo cual lo que no acepte la academia, espero que pueda ir al libro 🙂
Transgrede, Julen, transgrede
Ya, claro, es lo que pide el cuerpo… jejeje